miércoles, 16 de diciembre de 2009

A lo mejor no fue una expulsión del Eden, sino una Beca para que adquirieran conconimientos más allá del Paraíso.
Cuando Adán y Eva comieron del fruto de la sabiduría del bien y del mal, Dios comprendió que ya estaban preparados; que podía fiarse de ellos, que el hombre y la mujer que él había creado, habían crecido y necesitaban explorar el mundo. Y Dios, sabiendo de la pena que sus criaturas sentirían al tener que dejar al padre, viejo y solo, decidió ser cruel con ellos y los obligó a abandonar el Eden.
Mientras se alejaban, aterrados, con frío, entre sollozos y temblores, Dios en voz baja les dijo: "Idos y que la paz sea siempre con vosotros". Respiró tranquilo y pensó: "son dos chicos listos y espabilados. Sabrán apañárselas".

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