lunes, 2 de diciembre de 2013

Yo tenía razón.
 ¿Dónde viven esas personas? preguntaba en casa cuando, de niña, veíamos películas de época. En ninguna parte, me decían mientras se miraban entre ellos con una sonrisa cómplice. Yo pensaba que no me respondían por miedo a que yo me fuera, los abandonara y no volviera. Años después he comprobado que yo tenía razón.
Al mirar por la ventana de mi casa en el sur de Europa veo gentes en camiseta de tirantes, shorts, biseras, sandalias; veo descapotables, motos, bicis con sus cestitas, veo niños jugando con juguetes electrónicos, con patines fluorescentes. A escasas dos horas de vuelo sin escalas, al mirar por la ventana de mi casa del norte de áfrica veo mujeres veladas, otras con amplias pamelas, con vestidos hasta los píes y hombres con largas camisolas con turbantes en sus cabezas; veo carros tirados por mulas, cabras paseando por las calles, veo niños correteando con un enormes aros que empujan con palos y niñas jugando al corro.
Yo estaba en lo cierto: no eran de otro tiempo, sino que vivían en otro lugar.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Falta de costumbre

Que no se me olvide, recuérdamelo
si pierdo memoria
si pierdo la agenda, recuérdamelo
que no se me olvide, ¡por favor!
Pondré aquí un cruz,
me cambio el reloj,
me paso el anillo
del índice al corazón.
Pondré las alarmas
del ordenador;
que suene  a las siete
el despertador.
Recuérdamelo, que no he de olvidar
que empiezo mañana a trabajar.

martes, 19 de noviembre de 2013

El paseo


Síndrome del miembro fantasma:
Picores, dolores, entumecimientos.
añoranza, ausencia, tristeza.



Dicen que fue el temporal



Con las  hojas lo resistió a duras penas.
Escuchaba su silbido enraizado entre su savia


Y así año tras año, otoño tras otoño...
No se acostumbraba.


Cuando notó que se desprendían las ramas,
como poseída por una fuerza superior,
la palmera saltó,
quebró su tronco y cayó al suelo.


A veces  percibe su sombra
Alta, recta.
y por un segundo,
escucha el zumbido de sus hojas,
el aleteo de sus ramas
entre el ruido del tráfico,
el ajetreo de la gente.
Y no se acostumbra
a vivir sin ella.
Ha cambiado.
Ya no parece
el mismo paseo.